jueves, 15 de julio de 2010

Lo más deseado ahora es lo primero que olvidamos mañana.


Una vez encontrado aquello que se deseaba, de haber alcanzado la meta, el titulo, el hombre, la mujer, la casa, el carro, la computadora, la noche más esperada, el día de nuestra vida entre otras, miles y miles de cosas que el hombre cree necesitar para alcanzar el supuesto fin último que es la felicidad; se suelta lo que alguna vez deseamos con todo nuestro ser, con la facilidad con la que se nos cae un lápiz de la mano;con la facilidad y la comodidad con la que nos callamos y perdemos a las personas que queremos. Volteamos la cara, quitamos la mano, se nos antoja otra cosa, nos enamoramos de otros ojos. Así lo perdemos todo sin darnos cuenta. Estoy casi segura de que si la infelicidad fuera nuestra meta, cualquier cosa nos haría felices. ¿Irónico no? Ir por la vida diciendo que haremos lo que sea por cumplir nuestros sueños; pero cada mañana al despertar se nos olvidan y entonces pasamos el día sin rumbo,lanzando por la ventana esas cosas que algunas vez deseamos y que ahora simplemente no nos interesan.

Tengo esa certeza, que se convierte en esperanza, de que hoy eres lo que más deseo; pero mañana tal vez te olvide, te suelte, te deje o simplemente te cierre la puerta con la facilidad con la cierro un libro después de llegar a su última página.

Imagen:https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBKa99W0aCr9rjQ2-RvSLMXVwcjaqU6lZvffde9PE8P3Dvqk9NKDFlDFuMV6ngJwlnvym7QXVhhGwHP8pbBoXVBkYe2rCjMUYgIMwlzqCLKAfaTcOrWyUEHlDyJEzPs-Ijnbm_A4WfXdw/s320/soltar.jpg

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