lunes, 22 de octubre de 2012

 mi cuerpo danza
 no siento los vencimientos
 apenas  piedad

se acercan los temores
y se quedan al borde
detenidos
saben que lentamente
sucederán

la danza
esta
danza
de cuerpo completo
en mi habitación
en las calles
 plazas
 avenidas
en el carro detenido a mitad de la noche
para escuchar un gemido

sola
con vos
esta danza
de cuerpos inventados

todo es esta danza
de río abierto

una salamandra me recorre las venas.


martes, 9 de octubre de 2012

Te duermes
en mis pupilas vencidas

lo que no pudimos
se derrama en el piso

gota a gota
la lluvia juega
con mis gritos
los lleva azorados
a otras orillas

no puedes crear tú
el sonido de esta habitación
dulce


sólo puedes
navegar en mi pupila

cuando tantas vences
con un aliento
sin rostro
repito tu nombre
incansablemente
y te encuentro
en el silencio
más cercano





miércoles, 3 de octubre de 2012



La mujer se quedaba en dos letras,
pausada
dos notas musicales
otra vez
por favor
otra vez

la melodía


Un hombre le preguntaba si lo amaba
la melodía  por favor,
decía,
sólo eso

necesito ponerme máscaras
no autentifico mi rostro vacío

otra vez la melodía

La mujer abre sus piernas como una niña
la mano visitada por la pureza
memoria de un recinto blanco
entrega con confianza
 ausencia de la angustia
se funda la persecución

un ángel le insinúa que ha quebrado el tiempo

la melodía otra vez
por favor

la espalda de un oso polar...
la melodía
un paseo por parís
por favor
otra vez...

lunes, 17 de septiembre de 2012

cuando me besas

un pez resbaladizo
se esconde entre mis piernas...
Ruth Hernández Boscán


A esta hora
las paredes comienzan
un pequeño latido

relojes y grietas
dejan salir
nuestro
lugar de encuentro

Entre mis piernas
peces que se impacientan

ritmo del abastecimiento
tu nombre

Sólo tu trueno dilatado
entrando en mí
me descubre
las pupilas del cielo

finalmente el silencio perfecto


jueves, 13 de septiembre de 2012

qué lástima
no poder brindar con tu pupila
y algún vino
sólo acompañarme de ternuras
que se contradicen
y se vencen
antes de surgir

miércoles, 5 de septiembre de 2012



Es una total impertinencia pensar en la itinerante lluvia, y cómo golpeaba con dicha y salvajismo al paraguas contenido en el espacio por una mano en  dolorosa estrechez. Un paraguas negro en una noche es su extensión menospreciada; pero no era de noche y éste sobresalía como una flor ciega en la corriente de un río.

Pequeña la ciudad y pequeño el cielo, este paraguas no logra necesariamente cubrir de la lluvia; al menos de la lluvia de adentro,  mano que en llanto tiembla y lo sostiene. La fuerza es también un malabar sin fondo.

miércoles, 29 de agosto de 2012

Un hombre abre el sobre trepidante: 
dilatación de la pupila
excitación
congestión taciturna de recuerdos

grieta fija 

latigo
despertar 

pero sobre todo
trampa visible

                                   -Te quiero-

domingo, 15 de julio de 2012

me acerco a la advertencia
como el picoteo de algún pájaro
abriendo el día
penosa misericordia

cuando creía haberme dormido
la raíz del alba se enardece
el cielo de mis pupilas cede
para abrirme
a un  mundo lleno de apogeos ostentosos

lunes, 25 de junio de 2012



Cada puerto
                     me olea
                      el dolor
vacío sin rumbo

desprecio,
desprecio,

no amor, no tu amor

en la carta agua y cicatriz
                     llegada              

-qué puerto-
-qué hombre-

miércoles, 6 de junio de 2012

Ella

A  mi izquierda siempre adelantándome va una mujer resbaladiza, que baila en imágenes de caídas. Las escaleras o el balcón en donde fumo, son sus precipicios más recurrentes, está demás decir que ante cada pequeño laberinto queda encerrada trágicamente, eso está demás decirlo, es obvio. No consigue mucho menos la salida justa del día. Cuando vamos en un carro ocupa un espacio pretencioso; siento cómo, asustadiza, va pegando brincos o suspirando profundamente con estrechez muda; imágenes de carros que pierden los frenos, vías que se desdoblan, esquinas vacías de aquel hombre, o la simple imagen de la ciudad dándole donde más le duela y sin poder detenerse. Lo que la entristece es que dichas figuraciones en lugar de quedarse atrás, como la imagen cruel de un niño corrompido que te mira inocentemente para pedirte comida en un semáforo cualquiera; se van adelantando, más bien , para resurgir en una espiral interminable.

Me compadezco honestamente de ella cuando se asusta, cuando cae por un precipicio, sólo porque tiene la costumbre de asomarse aún más, cuando la escalera se le abre y decide jugar con ella un rato, hasta que al final la suelta indignada porque le ha  aburrido el juego. Le diría incluso, aunque no le he hablado nunca, que saliera a caminar en las mañanas  en un espacio vacío y recto, que estuviera atenta para evitar cualquier caída, ese simple hecho, la ayudará, evitar tropezarse con las cosas, mirar los ojos de la gente que te cierran sus puertas de bruces, y hacerlo con amor, es un gran tropiezo, cada puerta  te da en la cara y ni siquiera te desfigura la nariz, o te deja un moretón, simplemente uno se golpea,  duele, y tienes que llevar sobre ti el dolor por mucho tiempo. Hasta que te consigues otros ojos que mirar, otra puerta, que seguramente está también cerrada.

El azar la mortifica menos que el destino, pero no con menor intensidad: llegar a un sitio. Va siempre apurada escucho como murmura como creyendo que nadie la está escuchando ¿Y si el encuentro se ha perdido? ¿Y si el que me espera se ha ido? ¿Habré perdido el autobús, en el que debía trasportarme?¿ Cuándo me invitarán al viaje, aquel? Me aburre escuchar lo que murmura con una desesperación y una tristeza, sin mencionar su afán por retroceder, por volver a viejos sitios para quizás escribir un buen cuento, su afán impetuoso de respirar de cerca los recuerdos. -Que los deje ir, que salga corriendo sin rumbo, sin sentido, sin final o que decida ausentarse en el sueño más profundo- le grito sin piedad, con una crueldad cínica, sin contemplación. Luego pienso que quizás lo haga de esta manera porque yo no tengo un lugar al que quiera regresar desesperadamente, que yo no he entrado a los ojos de nadie y los he vuelto mi casa. Y entonces se me hace un nudo en la garganta, y qué pena me da. De pronto siento el golpe y el grito de otro tropiezo, se cayó al salir de la farmacia y ahora está llorando, y le digo lo mucha lástima que me da, y vuelve a recordar todas la penas, todos los golpes, y sigo yo con mis mismos gritos, -deja ir esas cosas- deshabita esas imágenes. Pero se hace la que no me escucha cuando responde en su llanto a mis reclamos. Y cuando le da por no levantarse y quedarse postrada en los sitios públicos, yo parto inmediatamente y sé que llegara luego avergonzada y no recordará, eso que sí debería el nombre de la persona  que gentilmente la trajo de vuelta al apartamento.


La idea de que seré juzgada yo también, luego, así de la misma manera despiadada. Yo, que entonces, quizás, habré ya tenido a alguien como una casa, o el recuerdo de una, un lugar preferido para mirar al cielo, y que quizás, espero que no, habré perdido; no deja de presentarse. De igual manera no dejo de quejarme o de reírme de “la que siempre cae” como le digo yo.

  En este preciso momento hace una baile de preludio mientras se comienza a asomar un poco más de lo que debe: caída segura, yo mientras tanto, sé ya cómo maneja su azarosa desesperación, y más de una vez la he escuchado reírse al final del día, algunos de los que sí logra salir, y burlarse  de nosotros, los que la pensamos débil, miedosa, resbaladiza, como si todo fuera un chiste mal contado, una trampa para los desatentos, un juego a propósito mal jugado, perdido. Aún no sé la razón exacta de su risa burlona, porque con crueldad sigo pensando que es una risa vacía, único consuelo para tanta caída, huída de la trágica batalla, quizás fuerza para entrar al laberinto el día siguiente, no lo sé realmente. Sólo sé que me abro al día, y ya lista, ella también, al bajar las escaleras va el primer baile, el primer tropiezo, la amo con profunda nostalgia, con rabia, a veces, pero avanzo, la sobrepaso con una sospecha de dignidad herida, y sigo yo también un poco triste, no hay un solo día que no quiera quedarme con ella sentada y abrazarla fuertemente hasta que por fin desaparezca.

domingo, 20 de mayo de 2012

       Para Anthony al rescate de sus cuidades.

En la esquina
de mi habitación
se aniquilan las cenizas
del cigarro que cierran
mi día

el olor que no sale
de la habitación
porque las paredes
lo encierran como a un cáncer

Por todas partes
los círculos
que en la mañana
se llenarán de luz
y me quemarán la piel

En vano
porque ni la noche
ni el día
encuentran su lugar de acomodación
en mí.

Afuera aparenta la ciudad
detrás de mis párpados
los edificios adquieren
terminaciones bizarras

no  aquello que me rodea
sino la mirada del perro
que todos los días no rescato

Caído el cielo de mis pupilas
la ciudad se me queda adentro
y no logro rescatarla

domingo, 29 de abril de 2012

Dicen que tenga cuidado, que la huida ,es el llanto  menos perecedero.Sólo que no surge de un llorar cualquiera, sino de una tradición arcaica en la que alguien  se siente traicionado, o acaso por no ser correspondido en ese espacio, que incinerantemente lo rodea como una isla que vuelve cenizas el alma de su gente, o aún peor,la incineración de una mirada virgen cuando descubre la pupila de una noche jamás habitada.

Que tenga cuidado porque la esencia de las cosas no permanece intacta, y guarda cierto rencor, a quienes han decidido huir, sin decir la palabra, y no por ello dejan atrás la tarea laboriosa de una pisada que no tiene reversa, porque el regreso, es casi siempre incomprensible más para el que se ha quedado que para aquel que ha huido.

Que tenga cuidado, y Borges decía " Es el amor, tendré que ocultarme o que huir.." y desde ahí la huida, la errancia, y el destello han quedado como mi abanico de direcciones y resonancias.

Y yo que he llegado en cenizas desde la raíz materna, me detengo , y veo sus rostros de voces cerradas,  yo que detengo con movimientos de ausencia itinerante la arena movediza en la que se convierte mi sangre fluyendo siempre en un mismo sitio.

Aquel en el que pudiera arribar como campo de isla, y detener mi huida, se esconde y se niega,
Que tenga cuidado no es lo que deben decirme, ustedes que no ven cómo las paredes y el cielo de mi casa se  vuelve arena,
Sin embargo, supongo que tengo que agradecer.


martes, 3 de abril de 2012

Si el centro de mi intemperie
queda atrás
malabar sin fuerza
el tiempo
me rasguña la espalda

Si en cambio
se adelanta
rompo sangre
y grito


Aquel momento
y yo
noche de la perfecta
muerte

jueves, 23 de febrero de 2012

“María no sabe qué amar,
yo la amo aunque no sepa.
Amar no sabe quién es María”
Dedicatoria de Jordan González

Nombre que no es mío
me cerca
búsqueda /del acierto/
difícil lugar de las acomodaciones

La plácida condena de entender
lo que es /lo que no es/
Tú no dices amor /amor /
no se abre
a la inmediatez fugaz de los deseos

Simplemente
sonrisa que quiebra
Mirada acostada
en la complicidad frágil
de un río sin reflejo

Huir del quiebre

Tú no dices amor / y me llamas/
con voz vacía
yo simplemente amo

lunes, 20 de febrero de 2012

Sensación voraz de Desabastecimiento
Como quien pudiera apelar a la reconciliación de las sienes y no lo hace

Aquel que pudiera arribar a mi isla se esconde y niega de su supervivencia

Cómo puedo lograr la gran fiesta, si desconozco la mayor de las felicidades,
Ser lluvia de otro, y amanecerle

sábado, 28 de enero de 2012

Cuando un tango, cuando una canción, cuando yo de noche, cuando la primera visión ajena del mundo, cuando un acercamiento, cuando una caricia, cuando me detengo ante la inquietud de la caída, estás tú, no para detenerme, sino para llamarme hacia el otro lado,reino inexistente...desde donde te levantas

Fachada de moralidades perdidas, decirte que temo, porque es difícil no sobre/vivirte, aquello que está mal simplemente porque no comete el acercamiento,

...y eso de huir, desacato a la voluntad, razón que se impone, eso que busco del reino,no existe, qué lastima que mis sentidos no pueden centrase como abismos,

sí si me hundo contigo, parece que no lo entiendes, pero es el uno se hunde en el otro,


...eso de huir, desacato a la voluntad,
desacato a mí misma,

no me salvo,

pero tampoco me voy contigo,
y tu mirada
en cualquier otro,
que me destruye...

miércoles, 4 de enero de 2012

se me ha caído la ternura

desprevención total

auge de desconocidos

disponibles

austeros

no comprenden que escucho

más allá de las sienes

de los fuegos apagados

de los deseos ajenos,

farsa sospechada

farsa entera


pájaros

ajenos

que quieren plantarse

en mí



se me ha caído la ternura

no sé querer