La palabra
se (me) desborda
por el frío
silencio
que rodea tus labios
Frío que me pertenece más a mí
que a ti
La mirada tiembla
ante los
obstáculos del
sol
El carácter frío que
choca con
tu soleada voz
Y se esconde
todo lo merodeado
en un latido
que /siempre/ más tarde
duele
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